viernes, 28 de octubre de 2011

De un pueblo...

La fiesta sabe, el dolor se escucha, la música pasa caminando y los niños levantan las manos para saludarla, un marco de madera invadido de polilla baila al sonido de un plato de mole, nada parece estar en su lugar y, sin embargo, todo se acomoda. Una certera calma resuena estruendosamente en el palpitar de las mentes sabias.. "Que se detenga todo, paren la música, alto a la fiesta" ... y con pausa automatica nos deleitamos en lo inmovil de un silencio que nos provee de vida y descanso. Nunca antes la muerte supo a gloria, nunca antes la paz se escondio bajo tierra. Ahora si los pueblos que lloran el nacimiento y celebran la partida son comprendidos, ahora si la tierra es el espacio de encuentro, lo mismo de demonios que de ángeles y santos, todos viviendo en el espacio de lo humano, todos convergen y se mueven a un ritmo constante, acompasado, inigualable, taciturno y a ratos explosivo... Nada estoy diciendo, sólo la tradición de un pueblo que no tiene territorio, que sólo es pueblo, que se mueve con el viento y nos alcanza a todos, nos regala su gentilicio como etiqueta necesaria, todos somos de ahí aunque nadie lo sepa. Cuando sale el sol, cada sitio vuelve a ser el mismo.

martes, 18 de octubre de 2011

Confesiones

Soy el mar de noche y por la madrugada un brillo alcanza mis aguas... soy viento que viaja y atraviesa con deseo, soy fuego cautivo que conforta sin quemar, soy riesgo de desastre, soy un alma que parte de la nada infinita en que me encuentro cuando la soledad me canta y dentro de mí siento el ir y venir de un colibrí que habita en mi pecho, el acelerar de sus alas marca el ritmo de mi corazón cuando me encuentro en la entrada de un camino con corazón, yo quiero seguir sin reservas este deseo infinito que en mente y alma me dice que he sido bendito con el conceder de un Dios que me ha escuchado y ahora, probando mi voluntad me ofrece el regalo que con la voz de mi pecho he clamado... A esa luz le suplico que me ilumine el camino para seguir con paso de amor la ruta que me permita contemplar el bello paisaje que ha sido mi regalo... Cierro mis ojos un momento, pongo mis manos en ellos, abro poco a poco mis dedos para que la luz toque mis párpados y con un suspiro en puerta abriré los ojos para mirar y más allá de eso para contemplar la montaña sagrada que frente a mi se ha posado, atravesando un fresco lago llegaré hasta las faldas y me dispondré a subir hasta la cima de un amor creado desde siempre.