viernes, 7 de mayo de 2010

Todo lo que eres

Te mentí, estoy aquí desconcentrándome profundamente, pensando en ti. Haciéndote vagar por mi cabeza, deteniendo la marca de tu cuerpo por segundos, acelerando tu recuerdo y pausando tu mirada. No me fui, estoy cerca, tan cerca de ti como lo necesito, estoy tomando distancia para verte con claridad. Estoy aquí, te respiro tal como lo hice anoche mientras dormías, te amo cuando duermes, tu calma y tus extrañas posturas siempre apartada de mí, lejana pero dispuesta a atraparme si paso en un segundo de tu más ligero sueño. Estas muy cerca y te extraño con la moderación que me permite seguir viviendo y no estallar en mis ganas de verte. Eres mi más extraña cordura, mi encuentro pleno de locura, mi descarga de calma y dulzura, mi difuso amor en la llanura. Eres una llamarada por segundos y mi calmo mar en mi arrebato, mi maremoto aletargado en una pasión que se consume en nuestro encuentro. Eres, aun no sé qué de mi vida, eres mi dulce partida, eres el otro lado de la luna, ese que jamás había conocido, eres el sol de madrugada, eres una princesa alada. Y yo aquí, pretendo que no estás, fingiendo mi calma para seguir viviendo. Todo pasará, porque todo pasa cada noche cuando te vuelvo a encontrar en mis brazos, en tus brazos míos me refugio y los minutos de tu llegada son los que nutren mi fe, la fe con la que te espero cada día.

Me iré a vivir mientras te pienso conmigo.