lunes, 11 de octubre de 2010

No hay un espacio privado en mi mente donde no se exprese la tormenta de un alma profundamente confundida... cuanto me dolió verte partir, cuántas canciones no hay que me hablen de una oscura posibilidad de perderme en la luz que iluminó un espacio por segundos nuestros... Quisiera guardar silencio por una sola noche y que el silencio terminase por ser un agujero negro en el que se pierdan para siempre las dudas, y quedarme convencido... No sé a qué estrella me dirijo en este medio día en que la lus de la estrella máxima para la tierra me pega en la espalda, brillante, como brillante debería estar mi alma de no ser porque quien se acerca demasiado al sol, se quema...

Ya no quiero ser más un cazador de la verdad, quiero vivir en ella sin andarla persiguiendo, "nadie menos que ESTO", me hace ruido, me sustrae de una calma imposible para la mente humana... ¿imposible?, no, no lo creo... quiero vivir en la plataforma adecuada para ser simplemente yo... Hay faroles que deslumbran y los juicios se apresuran y yo siento hervir mi sangre por la falta de justicia ante una realidad que nadie logra conocer... Tengo tanto que decir y me siento condenado al silencio, hablo de las mismas cosas y trato a la vez de dejar de hablar... ¿Cuál es el verdadero problema?... Quizá es que no estas, o que no sé si estas, o que estas demasiado... Única, soledad, buena amiga...

Quizá el verdadero problema es que no estoy, o no sé dónde estoy...

O será que ya no quiero vivir de lo que parece, sino de lo que es...

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