sábado, 11 de agosto de 2012

La que siendo, no es

Algo o todo me distrae, y cuando nada hay para llamar mi atención, provoco al mundo para seguir la fiesta de mi mente. 
Qué puede pasar si los sueños se realizan... Qué si te encuentro hoy por la calle, qué si me miras y te miro, qué si el abrazo nos sucede, qué si la sonrisa nos invade, qué si la mar nos cobija y el sol nos alimenta, qué puede pasar si por fin despierto solo y en mi pecho estallar la verdad... 
Todo puede pasar, dicen algunos, nada pasaría, dicen otro, y no me interesa vivir averiguando lo que no sucede más que en el sueño del que despierto cada noche, una vez con los ojos abiertos es tiempo de vivir y en esta vida no te encuentras y aquel que contigo está no vive en mí... 
Somos los ajenos más conocidos, somos futuro de un pasado y presente de la nada, somos una historia para dormir de dos personas que necesitan despertar, somos los viajeros de la luna que se complacen viajando en el cometa que se dirigen al fondo de un océano de sal. 
Somos el sueño de un amante y la verdad de dos vivientes, somos nosotros a ojos cerrados y un par de yo durante el día, somos la niebla que respalda el misterio de aquel beso adolescente acompañado de la luna de un octubre que se avista lejano pero aun presente. 
Somos yo, porque tú aquí no te encuentras, porque no piensas en mí, porque eres un recuerdo, porque aquella con quien escribo es la que vive en mi cabeza, la que se quedó atrapada en el infinito laberinto de mi pecho, la que late con mi sangre y tiene más mi nombre que el tuyo. 
Y a quien fuera de mi vive, a quien inspiró la creación de esa tú que vive en mí, a ella le dedico sólo un pensamiento, un deseo de bienestar y felicidad, por todo lo que su mirada me regala cada vez que cierro los ojos y la invoco, a ella, le dedico mi pasado, porque mi presente es todo mío. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario