miércoles, 1 de agosto de 2012

Luna

Todo empezó por tu nombre, años después, mirando una hermosa luna llena, me he puesto a pensar en los estados que te vi recorrer y que quizá muchos hemos recorrido, yendo y regresando una y otra vez en la vida. 

Menguando te encuentro y me encuentro en el momento en que algo en la vida te consume o me consume, poco a poco dejo ver menos de mí y tú de ti, al final una breve raya nos representa, delgada y delicada, como pintada con el más fino pincel y aunque su tamaño no nos permita resplandecer, suele ser hermosa y esconde tras su menoscabo una sonrisa para quien la sabe ver, la sonrisa de la luna a punto de desaparecer para nacer de nuevo. 

Luna nueva se llama cuando no se deja ver, como tú o como yo cuando es necesaria la soledad  y la oscuridad envuelve nuestro mundo, una ausencia de luz que permite contemplar el mundo interno en silencio, calma, existente, pero invisible, para quienes tienen paciencia aparece su silueta marcada en el cielo. 

Después de la ausencia y la renuncia necesaria vemos un nuevo renacer, poco a poco nutre su brillo, día con día deja ver un poco más de su luz y va adornando el mundo nocturno mientras anuncia la llegada de su esplendor. 

Finalmente, coronando el firmamento aparece luna llena, brillante a la vista de todos, pasea su belleza, ilumina el mundo en tonos azules y plateados, cualquiera se enamora de su encanto, en esos momentos es cuando eres tú misma y tu espíritu se encuentra libre, capaz de tomar tus sueños y hacerlos realidad sólo con el impulso de tu sonrisa al espejo. 

En cada una de tus fases, has de saber que eres hermosa, como hermoso soy yo. 

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