Un vistazo al armario

De pequeños había un momento en que jugar a las escondidas ya no era posible, todo estaba oscuro y el miedo de estar solos en un lugar sin luz, encontrar o que nos encontrara algo que pudiera hacernos daño, descubrir algún animal o ser de otro mundo, un monstruos o algo que nos sorprendiera nos hacía dudar y preferíamos quizá incluso, ir a hacer la tarea. De adultos la cosa es muy similar, quizá no se trate de jugar, ni de escondidas, pero ese lugar donde nos encontramos solos y a oscuras con nosotros mismos nos causa pavor, descubrir que dentro de aquel corazón se guarda un gran dolor, vernos incapaces de manejar aquel sentir que nos alberga al recordar momentos de nuestra vida, encontrarnos dañados y enojados, tristes, abatidos, asustados, son esas posibilidades las que nos alejan de nosotros mismos, y la mala noticia es que seguramente algo de eso vamos a encontrar, pero no será lo único. Además, al encontrarlo, al ver a la cara todo aquello que nos lastima en el fondo, al descubrir de dónde vienen y de quien son esos dolores y todo lo que lastima, tendremos más oportunidades que si dejamos que desde dentro nos consuma cerrando ojos y oídos a los gritos que suele dar nuestro cuerpo, nuestro espíritu, gritos que vemos reflejados en nuestras relaciones, en nuestra felicidad, en nuestra tranquilidad y amor propio. 

Atrévete a abrir el armario, éntrale con todo a tu corazón, se noble, gentil y generoso contigo mismo, asómate a tu pecho y a tu mente con amor y libre de juicio, trata de comprender, pierde un poco la importancia personal y comprende que algunas que te sucedieron, ni siquiera tenían que ver contigo, tenían que ver con las heridas no sanadas de otros que compartieron tu camino, aligera tu carga devolviendo el equipaje que no es tuyo, enriquece tu maleta con el alimento que necesites para seguir caminando, reconoce y recupera tu alegría, tu amor, tu fe, tus sueños, tu capacidad de amar, de creer y crear. Lo primero es abrir el armario y ver como todo cae, todo está sucio y en desorden, pero aun en medio de eso podrás encontrar juguetes maravillosos, fotos plenas de momentos mágicos y todo tipo de cosas que te recuerden lo bello que es vivir, quizá algo en medio de todo eso te pueda recordar tu razón, el motivo por el cuál despertar y levantarte cada mañana, si encuentras tus monstruos y demonios, charla con ellos, puede que también estén cansados de tener ese papel en tu vida. 

Sé que tienes miedo de descubrir en ti un corazón oscuro, pero si algo de eso existe en ti, lo quieras ver o no, estará moviéndose y haciendo daño, en tus manos está la posibilidad de intentarlo, ser valiente y hacerte cargo de tus sueños y de tu felicidad.