martes, 1 de mayo de 2012

Desde el futuro, hoy

Desde el tiempo hablo, hablo para ti que duermes en un árbol de metal sonriendo sin comprender que la luna está por caerse. Comparte conmigo el motivo de tu sonrisa, dime si es que acaso yo no veo o tu no ves, ¿quién de los dos es el ciego aquí? En la penumbra de medio día, bajo los rayos de un oscurecido sol, salta de entre el silencio el grito de un ciervo que dispara al corazón de su cazador con pura ausencia, ¡ya no existo! le grita mientras se esfuma entre las alucinaciones de un hambriento ser humano que cae postrado sobre una tierra que no es fecunda. Puro pavimento besa nuestros quemantes pies, ya el pasto es leyenda y el cantar de las aves se reproduce en un disco compacto en las bocinas de una ciudad avanzada. 
Bebamos oro y abracemos al admirador que no está ya interesado en el autógrafo de nadie, brindemos juntos chocando nuestras perfectas copas vacías, todo lo que hoy ves y conoces ha perdido sentido para tus hijos y sus hijos. En el mar se pueden ver algunas mágicas especies que han sobrevivido la batalla, en los cielos nada vuela y sobre la tierra solo crece el dolor y la tristeza, montañas de arrepentimiento acompañan a los vivos que siguen sin comprender y se arrebatan unos a otros la comida llevando la especie a la plena extinción, entonces respiró el planeta. 

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