viernes, 13 de julio de 2012

Pequeñas historias de un fenómeno de luz

En estas noches oscuras en que mis labios no hacen mas que cantar tu nombre, en estas horas de arena en que la sangre pierde el rumbo y mi corazón parece estallar, es ahora cuando pienso en todo el licor que me he bebido recitando como loco el sueño aquel en que de frente nos topamos, es por un segundo que me declaro pintor y en mi mente cubro un lienzo con la escena en que nuestras miradas finalmente se vuelven a encontrar. 

Sobre la mesa un pastel que lleva días esperando su destino, solo moscas y hormigas se acercan y hacen fiesta donde nada más quedó lo roto de un suspiro cuando la muerte llegó a nosotros, estábamos por celebrar 112 lunas y un velo cayó sobre la luz de nuestras vidas... uno de estos días se acabará el pastel. 

¿Te fijaste que te miro? Sé que pudiste sentirlo, yo te estaba mirando de varias maneras, fijamente, de reojo,  de manera intermitente, dulcemente, juiciosamente, curiosamente... Y aun cuando no estabas, perdía la mirada para verte, ahora mismo te miro o al menos lo intento, te miro en tu historia, en tus palabras, miraba incluso tu voz, y miro fijamente aquel momento en que nuestro encuentro fue gustoso, ¿te fijaste entonces que te miro?...


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