lunes, 23 de mayo de 2011

Hoy le pido al tiempo que no borre de tu memoria mi imagen ni de tu corazón el sentimiento que nació entre nosotros. Le ruego al universo que perseguir nuevas metas de progreso y bienestar me acerque a ti y me haga digno de tu amor. Le suplico a la vida que regale un minuto al día para encontrarme contigo en un espacio distinto, donde sin necesidad del cuerpo converjan nuestras almas y sepas que te amo. Hoy he iniciado un camino distinto hacia ti, uno que va acompañado de paciencia, con ganas infinitas de hacer las cosas bien, de dar lo mejor para que al final tu amor sea mi recompensa. Hoy decidí crecer y mantenerte viva dentro mío para un día alcanzar la más grande gloria a tu lado.

Y en esta decisión encuentro el riesgo del olvido, más tendré la recompensa de haber sabido luchar por tu amor con un amor que va más allá del egoísmo, porque hoy he decidido darte sólo lo mejor, de lo contrario, no he de darte nada, porque si en verdad eres mi amada, mereces sólo el perfume destilado de mi alma, ese cuya fragancia inunde tu más sensible sentido y te haga saber, sin lugar a dudas que soy de ti, que lo fui desde el primer día y lo seré, tal vez, hasta el día de mi muerte.

1 comentario: