miércoles, 4 de mayo de 2011

Yo soy un guerrero abatido de la luna, un perseguidor constante de su luz y su belleza, soy el amante nocturno de las huellas en su rostro, soy el que renuncia cada luna nueva y reaviva su fe con la luna llena. Yo soy el que le da la siempre existencia, soy el malandrín aborazado que salta por las nubes esperando colgarme de su menguante forma cuando ríe como el gato de los cuentos. Yo soy señora mía el que derrama una lluvia desde el cielo implorando tu amor y tu presencia. Tú eres libre como el viento, como tus dulces ojos y tus pestañas que hacen un huracán en mi alma. Yo no soy poeta ni mendigo, no soy un caballero enaltecido, no soy el mar, ni el sol, ni una brillante estrella, yo solo soy, doncella mía, el que te ama de la mañana al terminar el día. Soy el que encerrado en las tinieblas busca tu luz con desespero, con afán malogrado de ser tuyo y ser tu dueño. Yo solo soy un simple ser humano que feliz sería de besar tu mano.

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