Yo soy una mentira enaltecida en el seno de todas mis verdades, soy el caudal vacio de la nada, soy la nada misma, el agua de la fuente que no fluye, soy el alma de los muertos, el fruto caído, el aro de fuego que se interpone entre los amantes, soy la negra sombra de la muerte, la mancha de los puros, el árbol de olvido, la tibieza de los hombres sin criterio y la falta de juicio de los títeres, soy la apatía del mundo tecnológico y la maldita depresión de mis palabras. Soy un cigarro sin fuego, un caldo sin hueso, comida salada, desabrida y putrefacta, soy lo que no debería suceder, soy la guerra, el hambre, la miseria, soy la torpeza del hombre que se hace rico en un mundo a punto de acabar, soy la crisis que nadie quiere ver, soy el punto ciego de tu vida, soy una alondra dormida, soy el gusto del rey, soy la ley sin beneficio para el pueblo, soy Demóstenes tendido al sol, soy fanático de las piedras corrientes, soy el que grita por las noches el sentido de la tristeza emulando a la llorona en su búsqueda infructuosa. Soy el errado que vaga en el infierno de los deseos sin cumplir, soy lo urgente, lo gris, lo negro, soy la palma de mi propia mano, soy mi naríz sin abolengo, soy el desconocido que tú mejor conoces, soy el desinterés de los amantes, soy un gramo de tristeza rodando por la nieve, soy malaya una palabra inexistente.